Barcelona

Una ciudad en la que sólo he estado 2 veces en mi vida, una de ellas para conocerla, durante apenas 4 días de un enero que fue muy, muy frío; la otra, para coger el barco que me llevaría a Mallorca para empezar mis vacaciones de verano. Apenas 4 horas por sus calles.

Pero en ese poco tiempo descubrí una ciudad distinta y que me encantó. Su playa, su Sant Jordi, su puerto, sus Ramblas, su hotel Arts (desde la planta 25 las vistas son inmejorables), sus barrios un tanto hippies, su torre Agbar, su cabalgata de Reyes, su Gaudí, su idioma tan encantador, su Montjuic, su parque Güell, su Poble Espanyol... y su todo.

Reconozco que visité lo que todo el mundo visita, como una turista más con la cámara de fotos colgada al cuello; que quizá no haya mucho más que ver. No lo sé, pero quizá si que me falte algo. Y seguro que me gustaría tanto como lo que ya conozco.

Una ciudad a la que quiero volver para visitarla más a fondo; para perderme entre sus calles, sus bicis, y su ambiente de ciudad abierta a la modernidad.

Y quién sabe si para vivir en ella. Es cuestión de planteárselo.