jueves, 25 de octubre de 2007

Rumbo a tí

Llevaba unos minutos sentada en uno de los bancos de la estación. La verdad es que había estado toda la tarde dando vueltas por ahí, sin un rumbo concreto... sólo paseando mi pequeña maleta de viaje.

Ahora, ahí sentada, no hacía más que ver a la gente pasar, casi corriendo de un sitio a otro, paseando unas maletas mucho más pesadas que la mía; y a otras más tranquilas, que miraban de vez en cuando las pantallas que anunciaban las llegadas. Mi destino era una cosa que aún no tenía muy clara, asi que era seguro que nadie iba a estar esperándome cuando llegara. Tampoco tenía prisa para hacer esa elección, asi que decidí moverme de ese banco y dar una vuelta por la estación.

Recorrí todos sus rincones: vi a la gente esperar, hablar con sus compañeros de viaje, comprar; vi la salida de los trenes, el bullicio de la estación y, desde uno de sus extremos, me sentí de pronto pequeña e insignificante como una hormiguita. Desde esa posición veía todos los andenes y a los trenes calentando motores para partir y, no sé por qué, me dio por pensar en la cantidad de gente que habría pasado por allí mismo, como yo... Sin duda, miles.


El sonido de la megafonía de la estación me hizo salir del ensimismamiento en el que llevaba unos segundos y decidí irme a tomar un café... a ver si así me despejaba. Me senté en una mesa de la cafetería de la estación y enseguida un chico algo más joven que yo se acercó sonriendo y con libreta en mano: "¿Qué quiere tomar señorita?". Lo de señorita, no sé por qué, me hizo gracia y le contesté con mi primera sonrisa de todo el día: "Un capuccino, por favor".

El camarero asintió, se dio la vuelta y desapareció tras la barra. Ya no era tan pronto y debía elegir y comprar los billetes a no ser que quisiera llegar (donde fuera) en plena noche; pero esa era la cuestión: ¿adónde?. Entonces empecé a pensar... ¿a un pueblo costero?, ¿a la montaña?, ¿al extranjero?, ¿a visitar a alguien?... y entonces caí. No me parecía una idea tan descabellada: ¿por qué no ir a buscarle? Al fin y al cabo él me dijo que me esperaría siempre, que nunca me olvidaría, que tendríamos otra oportunidad. Quizá esa oportunidad la tenía ahora en mi mano...

Entonces escuché al camarero dejarme el café en la mesa. Le vi echar un vistazo a mi maleta y, supongo que por curiosidad, me comentó: "Vaya maletita... ¿adónde viaja? ¿por aquí cerca?"
Yo, contenta por mi recién tomada decisión le contesté: "No, pero creo que ya sé adónde voy".



Mi segundo intento. Se aceptan críticas :)

Un saludo

6 comentarios:

  1. Críticas, ninguna jeje. sólo una pregunta un poco obvia... ¿para cuándo la continuación?

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  2. Ayyy por dios, ¡¡que alguien quiere continuación!! Pues en principio pensaba dejarlo asi... Pero vamos, pensaré algo para seguirlo.

    Me alegra que te haya gustado, porque pensaba que era un desastre... como nadie había comentado...

    Un besito

    P.D: Puedes poner tu nombre, que sino me tengo que referir a ti como "anónimo" jaja.

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  3. En algún foro mi nick es Crazy_Leo, pero no estoy registrada en blogger, así que dejo este pequeño comentario como anónimo. He llegado de casualidad hasta el blog, pero me ha llamado la atención el relato ;).

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  4. También si quieres puedes poner tu nombre dando a "Otros" en lugar de a "Anónimo" (así lo sabes para otra vez). ¡Qué cosas! ¿Y qué te ha llamado la atención?

    Un besito

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  5. Pues la verdad es que con el de "su olor" ya no comenté nada por aquí, y si lo hice en persona, pero ahora me animo a dejarte un comentario, la verdad es que tengo que serte sincero y éste relato me ha gustado menos que el anterior, la verdad es que creo que intentas ambientar muy bien la historia, sin embargo no acabas de definirla temporalmente, no acaba de ser ni algo clásico ni algo moderno. Al final acabas mezclando y uniendo unas cuantas cosas bonitas por separado, pero que juntas no transmiten nada a quien las lee, por lo menos a mi, si bien, son agradables de leer. En este segundo "intento" al menos usas una expresión un poco más cuidada aunque te hace falta limarla un poco más, mezclas vocabulario literario con expresiones corrientes. La verdad es que me has picado un poco con el gusanillo y tmb me apetece poder escribir algo yo, se puede hacer algún apartado en el blog para mi??? Jejeje. Para quien no me conozca, informarles de que no leo libros para nada, siempre oigo que la tele es mala porque no da pie a la imaginación y que es mejor leer, pero yo pienso que leer es a escribir uno mismo como la tele es a leer, es decir, que escribir deja más libertad aun para la imaginación.
    Desde mi más profundo cariño, yo.

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  6. Ok, gracias, no lo sabía, pero va a ser mejor ya que veo que hay otros anónimos (el anterior no soy yo, ¿eh?).

    ¿Qué me ha llamdo la atención? Pues la manera de escribir, aunque a diferencia del anónimo anterior a mí me tentó más el segundo relato, quizás sienta que me identifico un poco en él, no sé, pero tenía curiosidad por saber que rumbo escoge.

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Muchas gracias por comentar :)

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