martes, 28 de febrero de 2012

¿Nos están engañando?

Intentar elegir a lo que me gustaría dedicarme en el futuro está siendo más complicado de lo que pensaba y probablemente no lo consiga saber hasta dentro de bastante tiempo, pero también creo que influye el hecho de que mi siguiente paso se ve influído por pensar más allá del año que viene, por pensar cómo querría que fuera mi vida "futura". Tengo la suerte o la desgracia de pensar globalmente en casi todos los aspectos de la vida, pero eso también vuelve las cosas mucho más difíciles. El mundo del trabajo no podía ser menos...

En Twitter hace ya mucho tiempo que leo a gente que se nota que no es feliz, al menos laboralmente hablando. Personas para las que que llegue el lunes es prácticamente un castigo que hasta les produce ansiedad, y para los que la llegada del fin de semana es mucho más que una bendición del cielo. Y lo entiendo; salir de casa a las 7 de la mañana y volver a las 8 de la tarde cada día del resto de tu vida no debe ser sencillo, ni fácil, ni debe provocar felicidad precisamente... ¿Querría convertirme en una de esas personas? No, desde luego que no.


Un día, hablando con un familiar acerca del trabajo y de la vida me comentó algo con lo que estoy completamente de acuerdo. Hay que trabajar, hay que ganarse la vida de alguna manera pero no debemos olvidar que aparte de un trabajo tenemos una vida. Bueno, realmente tenemos una vida y una pequeña parte, más o menos importante de ella, es nuestro trabajo y hay que saber separar ambas facetas para que no interfieran la una con la otra (algo que mucha gente es incapaz de hacer: desconectar). Ya lo dijo Woody Allen: "El trabajo es una invasión de nuestra privacidad".

La vida es mucho más que levantarse a las 6, correr para ir al trabajo, sentarse muchas horas, comer rapidísimo, volver a casa agotado, ver la tele un rato, dormir y vuelta a empezar. Hasta que llega el fin de semana y vas a cenar un día a un centro comercial abarrotado de gente que hace eso mismo que tú. Todo para pagar una hipoteca de un piso que terminarás de pagar cuando se te esté cayendo la baba practicamente y que como mucho, si has tenido tiempo y ganas de tenerlos, podrán disfrutar tus hijos. Si es que un piso en una ciudad del extrarradio de Madrid es lo que les gusta a ellos, que puede que no.

Sí, suena cruel y probablemente mi imagen de la sociedad actualmente esté muy distorsionada, pero es lo que pienso que hace el 70% de la gente. Y qué queréis que os diga, me parece triste. O igual es que tengo una visión muy bohemia de la vida, pero todo lo digo con conocimiento de causa, os lo prometo.

Estoy convencida de que hay otras formas de montárselo, otras formas de vivir relativamente bien, trabajando, y ser feliz. Y no sé, me da la sensación de que es algo bastante característico de nuestro país. No hay más que ver esos programas creados para ponernos los dientes largos como "Madrileños por el mundo" o "Españoles por el mundo". No sé qué parte de verdad tendrán, pero si las personas entrevistadas mienten, lo hacen muy bien. Españoles que se han adaptado a otras formas de vida completamente diferentes a las de aquí y que son mucho más felices y ganan más (no nos olvidemos de Don Dinero) que aquí.

Por ejemplo, personas que viven en algún país escandinavo, que tienen un horario razonable, que reciben ayudas del estado para tener hijos, que tienen centros culturales, mar, bosques, que practican deporte, que tienen las tardes libres para cuidar a sus hijos y apuntarse a clases de taichi y costura. Personas que viven en una isla, en Mauricio, por ejemplo, que trabajan en una ONG a pie de una inmensa playa de arena blanca... Biólogos, como yo, que viven en California y que se dedican al estudio de los cetáceos que pasan por sus costas... O chicas, que confiesan abiertamente que llegan con lo justo a fin de mes, pero que no les importa porque otras cosas les compensan más que tener muchos ahorros en el banco. Y así mucha mucha gente... Con eso no quiero decir que en España no haya personas perfectamente felices con un trabajo genial y tiempo para su crecimiento personal, pero me da que son las que menos...

Igual esos afortunados viajeros están igual que ese 70% de la gente aquí y lo ocultan, pero no lo creo. Supongo que el dar ese salto cualitativo (de calidad, no lo olvidemos) para conseguir ser feliz es algo que no todas las personas son capaces de hacer, pero se puede hacer, no hay duda. Esas personas también tienen familia y amigos y novios y novias y lo hacen. Es cuestión de arriesgarse e intentar buscar otro tipo de vida o resignarse a lo conocido (¿y más seguro?). Cuestión de hacer balance.

Así que a veces me pregunto... ¿aquí nos están engañando?, ¿nos están engañando vendiéndonos un tipo de vida que se supone que queremos tener?, ¿o es la vida que quieren que tengamos porque a "ellos" les resulta rentable?, ¿hasta qué punto las convenciones sociales nos están obligando a adoptar ciertos modos de vida que, de otra manera, probablemente no escogeríamos?

Probablemente gran parte de la culpa la tenga "el sistema". El sistema que nos dice que hay que comprarse un coche y tener una hipoteca y casarte y tener hijos y llevarles a un buen colegio para que luego estudien en la universidad. "El sistema" que nos hace darle mucha más importancia al dinero que a respirar aire puro o a escuchar las olas del mar por la mañana, el que nos hace querer comprar muchas cosas aunque no las necesitemos y acaben en la basura. Un sistema que hace que aunque no estés de acuerdo con él, acabes sucumbiendo y te dejes llevar por la corriente al mar donde acaba mucha gente. Podéis llamar al sistema capitalismo o como queráis.

Supongo que todos nos deberíamos plantear algo que muchas veces se pierde de vista: que vida sólo hay una. Yo, como buena hija única, soy un poquito egoísta y pienso en esa idea muchas veces. Pero ser egoísta es bueno de vez en cuando. Implica valorarte (y no sólo que el mundo te valore) y tener la capacidad de elegir por ti mismo lo que sabes que te hace feliz y lo que no te convence totalmente. A fin de cuentas, si no elijo yo ser feliz alguien va a elegirlo por mi, y puede que se equivoque. 

Tenemos una vida que debemos dedicar, por una parte y si queremos, a trabajar en algo que nos guste realmente, que nos llene, que nos haga felices (cosa realmente complicada, lo sé). Pero sobre todo, tenemos otra parte que debemos dedicar a VIVIR, que en esta sociedad en la que vivimos casi hasta parece algo malo, algo deshonroso, algo "de vagos". A bañarse en el mar, a plantar un huerto y cuidarlo, a pintar con témperas con tus hijos, a cocinar magdalenas, a hacer taekwondo, a leer o ver películas...

Al final se trata de, si se busca un trabajo, escoger uno que nos guste profundamente. Si escogemos de esa manera es probable que no tengamos que trabajar nunca más. Y, sin ninguna duda, se trata de disfrutar al máximo el tiempo que se nos ha concedido (frase de una famosa peli), sea lo que sea lo que eso signifique para cada persona.

Sed felices


P.D: Perdón por la extensión del post. Si estás leyendo esto es porque has conseguido leerlo entero: ¡¡felicidades!! ^^

2 comentarios:

  1. Me encanta el post, Julia. Todo lo que dices, sobre todo a partir de "Probablemente gran parte de la culpa la tenga "el sistema"" lo he pensado más de una vez. Creo que por eso nos cuesta tanto decidir qué hacer.
    Enhorabuena por el post, y ¡ánimo! Creo que vas por el buen camino =)

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  2. Me encanta tu manera de escribir y de expresar tus ideas, y cuéntame a las finales ¿ decidiste qué carrera estudiar, o qué hacer a que dedicarte? Realmente espero que ahora estes dedicándote a lo que te gusta hacer, ahora mismo paso por esa etapa de mi vida en que tengo que elegir la carrera que estudiaré, y se me hace complicado también y este post me cayó como anillo en dedo, en verdad me sentí muy identificada, un abrazo y un beso inmenso! cuídate mucho :)

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Muchas gracias por comentar :)

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