Praga

Pues por fin terminé los exámenes y bueno... no me puedo quejar de cómo salieron. Así que ya estoy "más libre" y debería tener más tiempo para escribir más por aqui aunque empiece a hacerlo dentro de una semana porque... ¡¡¡me voy de viaje!!!

Es el viaje que se suele hacer a mitad de carrera con los compis, (de Ecuador de carrera que llaman, aunque yo siempre pensaba que la gente se iba a Ecuador... jajaja). En fin, tonterías aparte, me voy 5 dias a Praga, una ciudad que dicen que es de las más bonitas de Europa. Llevo unos cuantos meses sin salir de Madrid, de los atascos, del estrés y de esta atmósfera tan enrarecida que crea la rutina, asi que supongo que me vendrá muy bien, al menos para despejarme y coger fuerzas para el resto del año, que me temo, será también muy duro.

Llegaré justo para celebrar mi cumpleaños, que es dentro de nada, asi que ya os contaré qué me ha parecido la ciudad y cómo lo hemos pasado, que seguro que nos ocurre de todo... 6 chicas perdidas por Europa, jajaja.

En fin, espero que estéis muy bien estos dias y que a los que hayan tenido exámenes, también os hayan salido estupendamente.

Para no perder la tradición de música los viernes (¿no, Ángela?) pues hoy toca. Últimamente he descubierto grupitos buenos asi que ya los iré poniendo por aqui, a ver si os gustan. Hoy toca McFly, un grupo que descubrí en la peli "Devuélveme mi suerte" (hace unos añitos ya...) y que me gustó mucho. Suenan tipo los Beatles (al menos algunas canciones), pero del siglo XXI. Que lo disfrutéis ;)

En fin, ¡¡nos vemos para mi cumple!! Pasadlo bien y ¡sed felices!

Muchos besosss

Imaginé...

"Imaginé que me había quedado en el aeropuerto a la espera de su llegada. Visualicé cómo me pondría de puntillas para verle el rostro lo antes posible, y la rapidez y el garbo con que él se deslizaría ante el gentío. Entonces, tan impaciente como siempre, yo recorrería a toda prisa los pocos metros que me separaban de él para cobijarme entre sus brazos de mármol, al fin a salvo.

Me pregunté adónde habríamos ido. A algún lugar del norte, para que él pudiera estar al aire libre durante el día, o quizás a algún paraje remoto en el que nos hubiéramos tumbado al sol, juntos otra vez. Me lo imaginé en la playa, con su piel destelleando como el mar.

No me importaba cuánto tiempo tuviéramos que ocultarnos. Quedarme atrapada en una habitación de hotel con él sería una especie de paraíso, con la cantidad de preguntas que tenía que hacerle todavía. Podría estar hablando con él para siempre, sin dormir nunca, sin separarme de él jamás.

Vislumbré con tal claridad su rostro que casi podía oír su voz, y en ese momento, a pesar del horror y la desesperanza, me sentí feliz".

(Crepúsculo)