El centro de Madrid me vio nacer hace casi ya 20 años, pero ya no es ese mismo Madrid. Quizá al ser más pequeña no me había dado cuenta de lo que era vivir en una gran ciudad como ésta o quizá ni siquiera me preocupaba; pero sobre todo al viajar a otra ciudad más pequeña, en verano, por ejemplo, se nota la diferencia.
El caso es que en esas otras ciudades hay otro ambiente, mucho más relajado; no hay tantos atascos, los coches no suelen pitar a la mínima, la gente no está continuamente de mala leche. En fin, algo que resulta bastante más atractivo que este Madrid encapotado en el que vivo.
Tenemos El Prado, la Cibeles, la Puerta de Alcalá,el Retiro y El Escorial, entre otros muchos lugares de gran valor económico y, sobre todo, cultural, todos dignos de mención y reconocimiento. Pero también tenemos a gente de muy distinta clase social conviviendo sin prestarse atención las unas a las otras, compruebo lo que se tarda en ir de un sitio a otro, y lo mal que funciona el transporte público (no, el metro de Madrid no vuela); oigo ruidos de máquinas taladradoras y de claxones; noto que, excepto días contados, la cultura de nuestra ciudad es inaccesible o que pocos lugares agradables quedan ya por donde se pueda dar un paseo tranquilamente.
Me doy cuenta de que no nos importa cuidar las cosas que ya tenemos y preferimos construir otras aunque no sean necesarias; veo personas que no están contentas con su trabajo y que lo pagan con el público que tienen delante; observo en la cara de mucha gente que el día anterior hicieron horas extra para pagar una hipoteca que, cada día es más alta; veo que la gente no tiene tiempo ni dinero para disfrutar de su tiempo libre y veo que, en muchas ocasiones, no les importa, que lo han aceptado como algo que debe ser así. Veo que no se han conservado las pocas tradiciones que esta ciudad tenía, que San Isidro y La Paloma ya no son lo mismo.
Pero a pesar de que esta ciudad poco a poco va perdiendo parte de su esencia pasada, también compruebo que todos los madrileños intentamos poner lo mejor de nuestra parte, que recibimos a todo el mundo con los brazos abiertos. Que presumimos (en plan bien) de todo lo que tenemos y de lo que nos queda por tener. Que cada uno, en su medida, intenta hacer de su vida en esta ciudad algo maravilloso. Disfruto viendo entrañables abuelitos mirando las obras de la ¿calle? 30, o dando una vuelta por la FNAC de Callao o por el mercado de Fuencarral y admiro la ciudad desde el parque de las Siete Tetas (muy castizo, jaja). El paisaje de este Madrid que crece cada día más y a un ritmo vertiginoso. El paisaje de una ciudad en la que se sobrevive pero en la que se intenta vivir lo mejor posible. El paisaje de una ciudad en la que tus sueños se pueden hacer realidad, aunque para conseguirlos tengas que sacrificar parte de tu tiempo o de tu juventud.
Me gustaría tener vuestra opinión sobre todo esto, tanto si vivís en una ciudad grande como en una pequeña. ¿Qué cambiaríais?, ¿qué os gusta de ella?, ¿qué os gustaría tener?, ¿dónde os gustaría vivir?
Bueno, espero vuestras opiniones que sino esto no es un blog, ¡¡es un monólogo!! jajaja.
El caso es que en esas otras ciudades hay otro ambiente, mucho más relajado; no hay tantos atascos, los coches no suelen pitar a la mínima, la gente no está continuamente de mala leche. En fin, algo que resulta bastante más atractivo que este Madrid encapotado en el que vivo.
Tenemos El Prado, la Cibeles, la Puerta de Alcalá,el Retiro y El Escorial, entre otros muchos lugares de gran valor económico y, sobre todo, cultural, todos dignos de mención y reconocimiento. Pero también tenemos a gente de muy distinta clase social conviviendo sin prestarse atención las unas a las otras, compruebo lo que se tarda en ir de un sitio a otro, y lo mal que funciona el transporte público (no, el metro de Madrid no vuela); oigo ruidos de máquinas taladradoras y de claxones; noto que, excepto días contados, la cultura de nuestra ciudad es inaccesible o que pocos lugares agradables quedan ya por donde se pueda dar un paseo tranquilamente.
Me doy cuenta de que no nos importa cuidar las cosas que ya tenemos y preferimos construir otras aunque no sean necesarias; veo personas que no están contentas con su trabajo y que lo pagan con el público que tienen delante; observo en la cara de mucha gente que el día anterior hicieron horas extra para pagar una hipoteca que, cada día es más alta; veo que la gente no tiene tiempo ni dinero para disfrutar de su tiempo libre y veo que, en muchas ocasiones, no les importa, que lo han aceptado como algo que debe ser así. Veo que no se han conservado las pocas tradiciones que esta ciudad tenía, que San Isidro y La Paloma ya no son lo mismo.Pero a pesar de que esta ciudad poco a poco va perdiendo parte de su esencia pasada, también compruebo que todos los madrileños intentamos poner lo mejor de nuestra parte, que recibimos a todo el mundo con los brazos abiertos. Que presumimos (en plan bien) de todo lo que tenemos y de lo que nos queda por tener. Que cada uno, en su medida, intenta hacer de su vida en esta ciudad algo maravilloso. Disfruto viendo entrañables abuelitos mirando las obras de la ¿calle? 30, o dando una vuelta por la FNAC de Callao o por el mercado de Fuencarral y admiro la ciudad desde el parque de las Siete Tetas (muy castizo, jaja). El paisaje de este Madrid que crece cada día más y a un ritmo vertiginoso. El paisaje de una ciudad en la que se sobrevive pero en la que se intenta vivir lo mejor posible. El paisaje de una ciudad en la que tus sueños se pueden hacer realidad, aunque para conseguirlos tengas que sacrificar parte de tu tiempo o de tu juventud.
Me gustaría tener vuestra opinión sobre todo esto, tanto si vivís en una ciudad grande como en una pequeña. ¿Qué cambiaríais?, ¿qué os gusta de ella?, ¿qué os gustaría tener?, ¿dónde os gustaría vivir?
Bueno, espero vuestras opiniones que sino esto no es un blog, ¡¡es un monólogo!! jajaja.
Muchos besos a todos
Hola!!!
ResponderEliminarAunque yo no me exprese tan bien como tú, tenía algo que contestar porque a mi: ME ENCANTA MADRID!!!!
De lo poco que conozco del mundo, no he encontrado otra ciudad con más ambiente, más marcha, ni más encanto por la noche. Madrid se transforma. Es cierto que cada día se vive con más estress y que mucha gente va a su bola, pero que maravilloso es cuando una persona desconocida, anónima te pregunta si el autobús número no se cual ha pasado ya. Y entonces entablas una mínima conversación con alguien a quien, seguramente no vuelvas a ver jamás. O cuando otra persona en el metro cede su asiento, o cuando un turista te pregunta por una calleo... Sí es cierto que en otras ciudades la gente también es muy amable pero cuando en Madrid resulta que te encuentras con no sé quién que conoce a fulano de tal es mucho mejor, porque es más difícil. No se, a pesar del agobio o de lo que sea, a mi me gusta vivir en Madrid.
Besitos