¿Lo soportaremos?

Cena en casa de los Miranda. Paco le está contando a la familia qué tal le ha ido el día... Sara está un poco absorta en sus cosas, cuando oye a su padre decir "Lucas"...

- Sara: ¿qué decías, papá?

- Paco: Ay, hija. No sé que te pasa últimamente, que estás como ida... Nada, que hoy Lucas se ha jugado el cuello. Un tío ha secuestrado un centro comercial y Lucas se ha enfrentado a él. Ya sabemos que tiene poca paciencia, pero todo ha salido bien. Pero bueno, Mariano y yo también le hemos ayudado desde fuera, no te vayas a pensar que tu padre es un cobarde...

- Sara: Qué va, papá - contesta con un poco de ironía.

De repente suena un "pi-pi" que viene del móvil de Sara.

- Sara: Voy a ver quién es... ¿Me puedo levantar ya? Ya he terminado de cenar... - pone carita de buena para que la dejen -

- Paco: La gente, qué manía con llamar a estas horas... Sí, hija, si. Haz lo que tengas que hacer.

Sara corre a la habitación a por el móvil y sonríe. Es él. "Te espero en el patio. Estoy deseando verte"

Muy contenta, se dirige a la cocina y disimulando, dice que el mensaje era de publicidad y que se baja la basura. Sara llega al patio, que está bastante oscuro a esas horas de la noche, y tira la bolsa. Empieza a llamar a Lucas bajito, casi susurrando...

- Sara: ¡Lucas!, ¡Lucas!

De repente, por la espalda, siente unas cálidas manos rodeando su cintura. Ella sonríe y espera...

- Lucas: Cómo me gusta oír mi nombre de tu boca...

Sara se gira y le mira. Está más guapo que nunca. Bajo la luz de los pequeños faroles del patio de la corrala, su piel parece aún más morena de lo habitual y esa camiseta negra le hace aún más atractivo. Su mirada brilla al encontrar sus ojos...

- Sara: ¿Cómo estás?; parece que has tenido un día interesante, ¿no? - le dice con un tono un poco pícaro acercándose bastante a él...

- Lucas: Bueno... nada del otro mundo, en realidad. Un secuestro y algún pequeño lío en comisaría - contesta haciéndose el modesto y casi nervioso de tener tan cerca a su chica.

- Sara: Vaya, es una pena. O sea que ¿no ha sido para tanto?. Y yo que te pensaba hacer un regalito por resolver el entuerto... Pero vamos, si no ha sido nada... - está jugando con él y le encanta.

- Lucas: Bueno... - rectifica ante la posibilidad de algo a cambio - la verdad es que sí ha sido. Me he jugado el tipo contra un tio escopeta en mano. Si te parece poco... Oye, ¿y eso del regalito? - sonríe imaginándoselo.

Sara le contesta besándole con pasión y dulzura a la vez. Se nota que lleva todo el día esperando para verle. Y a él mucho más. Cogiéndola de la cintura la lleva hacia la pared y la empieza a besar por el cuello....

- Lucas: Creía que me iba a volver loco, Sara - le dice mientras desliza las manos por todo su cuerpo...

- Sara: Yo también. No quiero que trabajes, no quiero ir al cole, no quiero estar ni un segundo sin tí.

Lucas se separa un poco de ella y la mira a los ojos. Nadie nunca le había dicho algo como eso y no puede más que sentirse feliz. Parecía mentira que lo que "una niña" le dijera le influyera tanto. Pero no era "una niña" cualquiera. Era la mujer de su vida.

- Lucas: Yo tampoco puedo estar sin tí, Sara. Tendremos que esperar hasta que tengas 18 para no tener que ocultarnos... Pero ya queda poco, mi niña. ¿Lo soportaremos?

Sara le mira y tuerce la boca con una sonrisa...

- Sara: Hombre, yo me imagino que sí... pero tú no sé si vas a aguantar - le dice casi riendo y cambiando de tema... -

- Lucas: Ya, claro. ¿Qué yo no puedo soportar tres meses?, ¿y tú? - pregunta casi enfadado- Vamos que a ti ni te va ni te viene que te llame, ni que te toque, ni que te bese ni nada ¿no?

- Sara: ¡Que es broma, tonto!. Ya sabes que me encanta todo lo que haces... - ríe mientras le vuelve a besar como si no fuera a ver a su chico en meses... -

- Lucas: Si es que te tengo loquita... - le dice bajito al oído antes de besarla en el cuello de nuevo... - aunque tú tampoco es que me dejes indiferente, princesa...

Vuelven a besarse, pero Sara para enseguida, dejando a Lucas confuso.

- Lucas: Y ahora, ¿qué te pasa?

- Sara: Me tengo que ir ya, Lucas, que le he dicho a mi madre que bajaba a tirar la basura y ya llevamos aquí un buen rato; al final nos van a pillar y la tenemos...

Lucas se separa de Sara a regañadientes.

- Lucas: ¡Joder con la ocultación de los huevos! Estoy harto de no poder besar o tocar a mi novia donde y cuando me dé la gana.

- Sara: Y yo también estoy harta, Lucas, pero es lo que hay, de momento. Además, - dice, intentando tranquilizar a Lucas con una sonrisa - esto de vernos a escondidas tiene su punto, ¿no?

- Lucas: Bueno... no está mal - contesta riendo.

- Sara: Tengo que irme, ¿nos veremos mañana?

- Lucas: Por supuesto. No creo que aguantara mucho sin verte... - dice mientras la besa por última vez antes de que Sara suba por las escaleras... -

- Sara: Si ya lo sabía yo... - dice bajito y sonriendo mientras camina ya por la parte de arriba de la corrala...

- Lucas: ¿Qué dices? - pregunta desde abajo -

- Sara: Nada, nada. Hasta mañana, guapo. - le contesta asomándose por la barandilla.

- Lucas: Te quiero - susurra en medio de la noche.

- Sara: Yo también, Lucas. Yo también.

Espero que os guste. Lo siento por la tardanza.
Se esperan comentarios, ehh ;)

Un besazo